Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1869-1871 (Cortes Constituyentes de 1869 a 1871)
Sesión: 18 de diciembre de 1869
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Réplica al Sr. Oria. Réplica al Sr. Moreno Rodríguez
Número y páginas del Diario de Sesiones: 186, 4.801
Tema: Preguntas del Sr. Oria sobre atentados cometidos contra la propiedad a las puertas de Tortosa y del Sr. Moreno Rodríguez sobre cuáles son los ayuntamientos criminales

El Sr. Ministro de la GOBERNACIÓN (Sagasta): Yo por de pronto tengo el derecho, sentado en este puesto y en otro cualquiera, de decir que son criminales los que se sublevan con las armas en la mano contra las instituciones del país y contra la ley.

El Sr. MORENO RODRÍGUEZ: Pido la palabra para ampliar la pregunta.

El Sr. PRESIDENTE: No ha terminado el Sr. ministro de la Gobernación, y no puedo permitir a S. S. que amplíe ahora la pregunta.

El Sr. MORENO RODRÍGUEZ: Conste que quiero ampliarla.

El Sr. PRESIDENTE: Conste que el Presidente no lo permite. Puede continuar el Sr. Ministro.

El Sr. Ministro de la GOBERNACIÓN (Sagasta): Señores, no parece sino que se ha perdido aquí ya toda la noción del derecho y de la justicia. (Prolongados murmullos.)

El Sr. PRESIDENTE: Orden, Sres. Diputados

El Sr. Ministro de la GOBERNACIÓN (Sagasta): Decía que no parece sino que aquí se ha perdido ya toda noción del derecho y de la justicia. Siento un axioma, una teoría que no puede nadie rebatir, y los señores federales se incomodan. Lo siento por S. SS. que tienen la epidermis tan fina. (Una voz: La ley) Pues la ley dice que es criminal todo aquel que contra la ley se rebela. (El señor Moreno Rodríguez: Eso lo determinan los tribunales.)

El Sr. PRESIDENTE: Al orden, repito.

El Sr. Ministro de la GOBERNACIÓN (Sagasta): Yo digo, pues, y sostengo que es criminal el que contra la ley se rebela, y que el Gobierno lo puede determinar así y entregarlo a los tribunales, que son los que le juzgan. Pero ¿qué tiene eso que ver para que diga y crea, y no sólo lo crea, sino que lo publique en todos los tonos, que es criminal el que contra la ley se rebela? ¡Pues no faltaba más sino que hasta ese punto se desconocieran las nociones más triviales del derecho y de la justicia!

Pero dice S. S.: " Es que hay muchos ayuntamientos que han sido destituidos y no han sido entregados a los tribunales?" Tampoco lo han sido S. S. y sus compañeros, sin embargo de encontrarse en determinadas circunstancias de que no me quiero ocupar. ¿Por qué? Por que el Gobierno, que ha tomado ciertas medidas para al conservación del orden público, no ha creído conveniente, sin embargo, llevarlas más allá por el número de criminales y por otra porción de circunstancias. Eso debía ser más bien para vosotros un motivo más de agradecimiento para el Gobierno, (Una voz: ¿Qué favor hemos recibido?) ¿Qué favor? El de veros sentados ahí. (Una voz: Con derecho.) (Prolongados murmullos.)

El Sr. PRESIDENTE: Orden, orden, señores.

El Sr. Ministro de la GOBERNACIÓN (Sagasta): Señores, parece mentira lo que está pasando aquí, después de lo que habéis hecho. ¡No tenéis vosotros la culpa! ¿Queréis que diga que habéis sido legales? ¿Queréis que diga que vosotros y vuestros correligionarios habéis sido ciudadanos pacíficos? ¿Queréis que diga que no habéis contribuido en nada, ni con nada a la perturbación del país? ¿Queréis que diga que habéis sido unos ángeles? No tengo inconveniente en decirlo; pero tanto peor para vosotros. Si queréis que diga esto y si eso fuera verdad?¿qué se podría decir de vosotros entonces? ¿Qué sería de vosotros si después de haber comprometido a los que se han arrojado al campo con las armas en la mano a los que han derramado su sangre y expuesto su vida?qué sería si se dijera con verdad de vosotros que no habéis hecho nada antes ni entonces, que os habéis cruzado de brazos, que sois ciudadanos pacíficos, que habéis sido unos ángeles? ¿Queréis que diga eso? Pues yo lo diré; pero confesad entonces que habéis abandonado a vuestros correligionarios y amigos cuando estos han ido, siguiendo vuestras excitaciones, a exponer su vida y a derrama su sangre.

Por consiguiente, no tengo más que decir. No hemos llevado a los tribunales a los ayuntamientos rebeldes porque así lo hemos creído conveniente, por la misma razón que no os hemos llevado a vosotros.



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